Adelgazar es la meta de muchas personas. Sin embargo, su cumplimiento puede traer consecuencias físicas no agradables como el envejecimiento del rostro.
Pero este resultado tiene una explicación y una solución.
Así que, si ya adelgazaste y estás presentando este inconveniente o si estás pensando en hacerlo y deseas que no ocurra, sigue leyendo porque te explicaremos con detalle el proceso detrás del “envejecimiento” que ocurre luego de adelgazar.
De igual manera te contaremos sobre la solución para corregirlo.
¿Por qué envejecemos al adelgazar?
Nuestra cara está formada por distintas capas como son: piel, músculo, ligamentos, grasa superficial y grasa profunda.
Ahora bien, para entender esto, hablaremos específicamente de los cojinetes (grasos superficiales), los cuales se encuentran en forma de compartimientos. Estos son los responsables de dar volumen al rostro.
Por debajo de esta grasa superficial y en los límites de cada compartimiento se encuentran los ligamentos que son como una especie de “ligas” (de ahí su nombre), las cuales dan soporte y ayudan a mantener las estructuras anatómicas en el lugar que les corresponde.
Cuando hay un exceso de peso estos cojinetes grasos aumentan su volumen, generando mayor peso en el rostro. Por otro lado, los ligamentos que sostienen estos compartimentos grasos se vuelven laxos. Entonces, al presentarse una disminución abrupta o importante de peso, se marcan los surcos y se acentúan las arrugas, dando como resultado una apariencia de envejecimiento y cansancio en el rostro.
¿En qué zonas se nota más este envejecimiento por adelgazar?
Dentro de las zonas que generan mayor impacto son en el tercio medio o mitad de la cara, proyectándose los surcos nasoyugales o lagrimales (las ojeras profundas) y los nasogenianos o nasolabiales.
Estos últimos se producen desde el final de los laterales de la nariz y descienden oblicuamente hasta ambos extremos de la boca.
Por último, en el tercio inferior se presentan las líneas de marioneta o surcos de la amargura que van desde las comisuras de la boca hacia ambos lados del mentón.
¿Cómo corregir el envejecimiento por bajar de peso?
Para corregir esto se puede emplear un bioestimulador, el cual es una sustancia inyectable que estimula la producción natural y biológica de colágeno conocida como “neocolagenosis”, restaurando así el volumen perdido.
El colágeno es una de las estructuras de soporte que se encuentra de forma natural en nuestra piel, lo que ayuda a mantener la tensión adecuada, elasticidad y flexibilidad de esta. La aplicación de bioestimuladores es muy sencilla y se puede realizar en un consultorio.
¿Cómo se aplican los bioestimuladores?
Para aplicarlos se usa una micro-cánula en donde se inserta la sustancia en puntos específicos de la cara, dando como resultado un efecto rejuvenecedor, de forma natural y progresiva.
Gracias a los efectos de los bioestimuladores, se genera un aspecto más descansado con el cual se ve mejorada la flacidez, la restauración de los volúmenes, la redefinición de contornos, la corrección de imperfecciones y la elasticidad de la piel.
Sin embargo, como cualquier procedimiento estético, pueden aparecer enrojecimiento, hematomas (moretones) e hinchazón de la piel. Y, en la mayoría de los casos, no es necesario descansar después de la aplicación.
¿Cuánto dura el efecto de los bioestimuladores?
Su duración varía entre 1 a 2 años aproximadamente y esto dependerá de la marca que se utilice, calidad del producto, los cuidados del paciente, así como su estilo de vida.
Posterior a su aplicación hay que evitar el esfuerzo físico durante 1 o 2 días y mantenerse alejado de albercas y saunas para reducir el riesgo de contaminación.
De igual manera, aunque los bioestimuladores representan una solución segura con resultados duraderos, deben realizarse por un médico y siguiendo los cuidados e indicaciones pertinentes.
Nuestros profesionales en Belleza Latina están totalmente capacitados para ello y para brindarte la atención necesaria durante el proceso.